Transporte de un buque de asalto anfibio de España a Australia

Dos buques anfibios son construidos en Ferrol y transportados a Australia con éxito gracias a Navantia. La embarcación militar se insertó dentro de otro buque para un largo y duro transporte marítimo.

 

 

Jorge López Novo es ingeniero técnico naval. Trabajó en la gestión de proyectos relacionados con la industria off-shore en plataformas fijas de producción  de petróleo en Dragados y Construcciones de 1979 a 1994. Posteriormente, en Navantia, se encargó de la gestión de proyectos relacionados con plataformas flotantes de perforación y producción destinadas a Noruega, Estados Unidos y el norte de África. Desde 2006 se encarga de la gestión y actividad comercial en proyectos relacionados con la industria naval militar para marinas internacionales en Noruega, Australia, Brasil y México.

 

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La empresa española Navantia ha sido la encargada de llevar a cabo un proyecto de la Armada Australiana que consistía en la construcción de dos buques de asalto anfibios y su posterior transporte al país oceánico. Según Jorge López Novo, gerente de proyectos de Navantia, la clave del sector español actualmente está en la exportación de productos marítimos con un nivel tecnológico alto ya que “a precio bajo otros países nos sacan del mercado”.

 

Las embarcaciones que se han trasladado hasta Australia han sido fabricadas en Ferrol en un 93% de su totalidad, dejando el 7% restando en manos del gobierno de Australia por motivos de seguridad. Las principales características de las embarcaciones de 225 metros de eslora y 45 de manga son su cubierta de vuelo y hangares para aeronaves, la gran capacidad de acceso y almacén de vehículos pesados, la capacidad de acomodación para 1.400 personas y la posibilidad de participar en misiones humanitarias.

 

Para el transporte de los buques se ha realizando un estudio exhaustivo de las 12.500 millas náuticas por las cuales han transitado las nuevas construcciones, evaluando todos los aspectos de la navegación. López Novo ha reconocido que en este  estudio “se tuvo en cuenta todas las posibilidades, incluso la piratería” para escoger la mejor ruta posible.

 

Se evaluaron dos opciones de transporte: por remolque y sobre otro buque (transporte seco). Finalmente, se optó por la segunda al ser “más rápida y más segura”. El principal inconveniente de la opción escogida es que tan solo hay un buque en el mundo con capacidad de transportar el buque anfibio. Por lo tanto, se tuvo que reservar dicha embarcación con mucha antelación. Según López Novo “se llegó a construir una embarcación nueva con la combinación de las dos”.

 

Por último, el mantenimiento durante el viaje también tuvo un papel fundamental para que el primer buque llegara intacto a la orilla australiana después de semanas de dura navegación. El segundo buque partirá durante los próximos meses.